viernes, 12 de enero de 2018
Océano expectante
Intentó el monje mayor apartarse
de la grandielocuencia de los discursos
que buscaban palabras destinadas a generar
algún tipo de esclarecimiento en los otros.
Pero el río estaba demasiado turbio
aún para que las transparencias del agua
enseñasen a los discípulos algo.
De manera que el monje mayor
debió hablar cuidándose de no quedar
seducido él mismo por sus palabras
que, como ágiles peces, fluían hacia
un océano que estaba más allá, inmenso,
azul, en todos lados, expectante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
De pronto
De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario