Si antes del tiempo, como dicen, no había nada,
algo generó lo que vino después y desde entonces recorre
las alturas y cada rincón donde los tímidos conejos
y demás animalitos, entre matorrales y flores silvestres,
deambulan a la espera de acontecimientos.
Buscamos entender los eventos que nos llevan
a través de un río cargado que busca un mar
alabado por esbeltas sacerdotisas
que cantan en un idioma muy antiguo.
Pero siempre está el elemento infinito
incluso cuando vamos como curtidos guerreros
de una batalla decidida por unos,
que responden a otros, que a su vez
son influenciados por otros.
Y sin embargo, en el extenso y polvoriento camino,
buscamos en las flores algo distinto e íntimo.
Archivo del blog
lunes, 2 de abril de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El examen
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Una vez levantado de la siesta, y luego de quedarme mirando el techo un buen rato, decidí que lo mejor sería terminar algunos dibujos que te...
-
Viajo junto a un hombre pequeño, de mirada afable, con un gesto de humanidad comprensivo con el prójimo. O al menos lo supongo cuando lo s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario