Quién sabe por qué hay veces que unos y otros elegimos
el choque estruendoso de las almas y los cuerpos enteros
que se violentan, sufren y amargan.
Los frutos de esas luchas creen otros conflictos
que animan a muchos a trabajar para una paz mayor.
Ojalá nos espere en otro lado,
y que las rosas,
si es que logramos tener una en nuestro corazón,
nos traigan una placentera confianza.
Archivo del blog
domingo, 17 de febrero de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Acrópolis
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario