El propósito para el tiempo que sigue:
tener la menor cantidad de expectativas
más allá de la posibilidad de agradecer
las múltiples facetas que tiene la creación
cerca mío, que dice, muestra, encuentra
muchas formas de equilibrar lo que anda
disperso, choca y se desune,
y luego se acopla para generar
lo que seguirá otros cursos.
Y es eso lo que hay para ver.
Eso es lo que hay para disfrutar
mientras uno intenta por todos los medios
alejarse de esos dolores que se han instalado
como un modo de llamarse uno mismo la atención
para proveerse de la consideración
que seres importantes no le han dado.
Hablo de Padres y madres que no pudieron
recalar en la belleza del acontecer.
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viernes, 1 de febrero de 2019
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