Bien amigos, acá mi mensaje: mejor que ser rico en algo es ser rico en varias cosas, y sobre todo rico en la medida que las exigencias se diluyen y se arma una vía para patinar sobre el propio yo. Quiero decir con esto que uno, en esas circunstancias, es capaz de ver en la versatilidad de una ola y acomodarse al ritmo que lleva. O algo así.
Y otra cosa que ayuda -lo veo en estos días de pandemia y reclusión- es estar atento a las necesidades más profundas. Y con esto quiero decir que en realidad uno está atravesado por una serie de necesidades falsas o impuestas por los otros. Mandatos. Exigencias instaladas que no vienen de lo recóndito de nosotros. Bien, diferenciar eso es útil: lo que viene de nosotros es importante. Y lo que viene de nosotros es algo que tiende a lo cristalino, lo que pasa es que vienen también corrientes oscuras; corrientes que parten de ciertos desamores, pero ellas no provienen estrictamente de nuestro Ser más íntimo. No, no, ese Ser es lindo, profundo, dulce y está dispuesto y a la espera siempre. Es un pequeño don indescriptible podríamos decir.
sábado, 28 de marzo de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los mismos caballos
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
-
El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario