En el alto árbol
de lo más alto del monte
se escuchan chicharras
exaltar lo que nos pasa.
Los peces más abajo
supongo que siguen
en la búsqueda
de un haz de luz
que los refleje.
Otros pescadores
vuelven a mirar el cielo
para predecir cuándo
se va a largar la tormenta.
El sol sin embargo
todavía aparece de a ratos
tal como te gusta.
Me parece que hay
un martin pescador posado
en una rama más allá,
igual que en un cuento
que leía de chico.
Se puede decir
que éste es el cielo y que éste
es nuestro tiempo. Brindemos.
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