viernes, 8 de enero de 2021

Disney

Atravesabas los desiertos y no te detenían los mares.

Ibas a una velocidad constante y las gaviotas te indicaban 

el camino, una música épica sonaba pero muy lejos.

No te daba la impresión de que algo pudiese fallar, 

y así era, nada fallaba. Eras un león que atraviesa

lo que debe atravesar y después se pone a comer el gran 

antílope que le corresponde. Algo así eras. 


Y comías esa gran bestia y no te sentías mal por eso.

Comías y después ibas debajo un pequeño árbol de la sábana. 


No había nadie que pudiera hacerte nada. 

Y si lo hubiese, ese daño no te iba a significar mucho.

Eras un león, y los leones tienen una fuerza 

que va más allá de cualquier dolor.


Y esos leones terminan hechos monumentos, 

soberanos tremendamente fuertes, capaces 

de ser un símbolo de algo que puede abarcar mucho. 

Algo con capacidad de aplastar a los demás y reinar. 

Y algo así eras.

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