Ir en bici hasta el fondo del lugar,
sentarte a mirar el campo y a esperar
que los pensamientos se aquieten,
que cada cosa empiece a ser por sí sola,
que los objetos del paisaje resalten al punto
que no tengas nada que decir.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario