Naciste con el píloro tapado,
durante muchos días no pudiste comer.
Hasta que un médico,
de nombre Gianantonio, decidió
operarte y te salvó la vida.
Desde entonces vivís
con una angustia que te exige
sobreactuar lo dramático.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario