Recorrer el bosque,
en silencio,
hasta ver el mar
echarse en la arena
escuchar a las gaviotas llamándose,
las olas, emerge el ritmo
cuando se está atento.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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