Recorrer el bosque,
en silencio,
hasta ver el mar
echarse en la arena
escuchar a las gaviotas llamándose,
las olas, emerge el ritmo
cuando se está atento.
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
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