Apenas los remeros
se lanzaban por los canales,
subías a la terraza
para quedarte apoyado
en la baranda,
atento a sus piernas
y a los roces casuales.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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