En un parque vacío
de una ciudad antigua,
por fin no llovía
y el verde humedecido
destacaba unos laureles
rosados y blancos,
el viento silbaba en el frío,
y no había nadie en las calles.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario