En ese mar
querías estar separado
del cuerpo.
Limpio, ibas,
recalabas en el fondo,
subías entre algas verdes,
fluorescentes, larguísimas;
y emergías, eras capaz
de ver lejos.
O eso te pareció
por un instante.
Centro de Búzios, noche fresca con viento. Estamos con mi familia sentados en una mesa de un restaurante moderno, delicado en su estética, c...
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