Una noche, parecía
que los bordes de un iceberg
iban sobre el calmo
turquesa del mar.
Y fuiste a pedirle
que te acompañe a verlo,
pero el blanco indeleble
no apareció más.
Caía el sol. Hablaban de lo lindo que sería ver un faro a lo lejos. Una gaviota, al ras del agua, enfrentaba el viento. Contaron l...
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