Una noche, parecía
que los bordes de un iceberg
iban sobre el calmo
turquesa del mar.
Y fuiste a pedirle
que te acompañe a verlo,
pero el blanco indeleble
no apareció más.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
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