Una noche, parecía
que los bordes de un iceberg
iban sobre el calmo
turquesa del mar.
Y fuiste a pedirle
que te acompañe a verlo,
pero el blanco indeleble
no apareció más.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario