jueves, 27 de enero de 2022

Para que las gallinas sigan produciendo

 

Unos niños, como pequeños animales, para evitar la lluvia, se ocultaban bajo grandes hojas “oreja de elefante”.

 

Vos ibas en bici y el canto de los pájaros te relajaba porque el aire, cada vez más frío, volvía a los sonidos más lejanos.

 

En la parte más ondulada, unos pájaros negros y pequeños formaban en el aire una mancha de tinta. Las nubes se abrieron para volver a la pradera más verde y después casi amarilla.

 

Cruzaste esa ruta por la que no pasa nadie y seguiste hasta un camino que se ensancha. A tu derecha, viste árboles sin hojas y galpones iluminados por dentro.

 

Los iluminan, te diste cuenta, para que las gallinas sigan produciendo. Entonces, con la bici al costado, en el olor nauseabundo, viste a las gallinas moviéndose en sus jaulas como robots, y miraste de nuevo más allá de los galpones hacia el sol que estallaba detrás.

 


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Según avanzaba

  Esa tarde, leo ahora en un cuaderno donde anotaba distintas cosas, mientras pedaleaba, veía unos niños que para evitar la lluvia se oculta...