Estabas en un desierto a la espera de que algo ocurra. El lugar era una planicie terrosa con piedras más bien rojizas y grises en donde ni el viento pasaba... Y vos esperabas y esperabas pero nada ocurría.. Y entonces te preguntabas si no estarías meditando... Pero meditar es sentir más las cosas, te decías, "y yo estoy cada vez más metido en mi cabeza...", pensabas. Y en eso estabas cuando en el cielo finalmente veías un pájaro volando. Creías que era el buitre pero no, era una cigüeña que pasaba frente tuyo a lo lejos, serie, plácida..., y después todo volvía a ser el desierto, así que comenzabas a reparar en cada una de esas piedras rojizas y grises para ver si de ese modo podías salir de ahí...
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