Era una noche de verano.
Las ranas sostenían el canto hacia las estrellas.
Cuando saliste en busca de ramitas a través de la orilla
una balsa, a lo lejos, te mostró una luz oscilante
al principio y estable después.
Y de pronto, gracias a la luz de la linterna,
viste el movimiento de un sauce.
Sus ramas iban y venían apenas
gracias al viento.
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