Salí a pasear después
de un calor agobiante.
La noche no había mejorado el clima.
Después, mientras dormía se desató la tormenta,
y cuando me desperté abrí las ventanas:
el viento era fresco, se movían los árboles,
las nubes corrían, los pájaros cantaban,
y por un momento fui alguien feliz
venido desde la antigüedad
No hay comentarios:
Publicar un comentario