jueves, 4 de enero de 2024

Primera noche

Primera noche. Los efectos del cambio horario no ayudan. Paso varias horas reflexionando en la oscuridad. Pensamientos vinculados a distintos miedos. Un clásico, y más cuando la carga del año se intensifica por la llegada de un final. 

Arranca la jornada. Desayuno en un bar vidriado del hotel que da unos jardines con cedros muy altos. La famosa muralla de Ávila está a nuestra izquierda. Vamos a la catedral. Sin duda impresiona. Pero cuando le pregunto a una señorita de la entrada cuándo le podría sacar fotos a dos retablos que están en una capilla bajo llave reservada al "culto", su absurda respuesta -para eso necesita un permiso del "obispado"- me lleva a toda la pesadez de la santa iglesia. A todo ese monumental sistema de opresión fundado en nombre del amor. Lo macabras que son las iglesia más atractivas creo que agrega mucho a esto último que digo.

Después de un ligero almuerzo vamos a dormir los cuatro la siesta. Y para las cinco por fin volvemos al ruedo. Entonces nos damos con la noticia que es tarde para ir a la parte más extensa de la muralla. Debemos contentarnos con subir a pasear por la más corta. De todas maneras las vistas valen. El sol cae entre unos nubes en unos cerros al final. La árida tierra de Castilla. El lugar desde donde nació la conquista, lo duro que uno todavía palpa en muchos de sus habitantes.

No hay comentarios:

Los mismos caballos

  Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...