Archivo del blog

viernes, 13 de diciembre de 2024

Joven y grande

 

Fui a realizar los ejercicios que me ayudan con mi cuerpo. La chica que me ayuda parece muy amorosa, tal vez sea lo más sabio y perfecto en un ser humano que haya conocido hasta ahora. Pero al mismo tiempo es un ser humano más. Lo que veo en ella ha estado en todos los que he visto hasta hoy. Sin embargo, algo en mi corazón —no sé por qué— quiere diferenciarla del resto. Ponerla más arriba. Supongo que el origen de la competencia es la necesidad de sobrevivir. La misma que tiene mi tortuga cuando anda por el balcón de un lado a otro desde hace veinte años. Fue un regalo que le hicieron a mi hija. Ahora ella es grande —aunque no tanto— y me acaba de ofrecer un café.


No hay comentarios:

El examen

Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un  costado y mira de frente a la s...