Archivo del blog

sábado, 1 de marzo de 2025

Mañana de humedad

 

Mañana de humedad, lluvia y después la escucha de las chicharras cantando en favor del verano, de todo lo que fue mi infancia. Me recuerdo, mientras estoy acostado, en ese tiempo: yo me maravillaba con las fuerzas de mi cerebro al punto que no distinguía bien la realidad de las fantasías y en cierto modo era más sabio que ahora. Es cierto que no hay ninguna realidad y que, en última instancia, cualquier fenómeno que vivamos se encuentra ligado a nuestras percepciones y pensamientos, a una vivencia exclusiva. Por eso creía con todas mis fuerzas que podía ser el animal que quisiera. También pensaba que, desde esa nueva vida, era capaz de sentir de maneras diferentes. Lo hacía y así lograba transportarme hasta límites nunca antes vistos. 

Fueron experiencias potentes porque creía, sin ser consciente, y por lo tanto con toda mi alma, que los límites entre mi ser y los otros se podían borrar. Y los borraba y de pronto era una gaviota, más tarde una pantera y en hasta un árbol. Y en cierto punto el bosque entero, o el mar, y esa sensación de pertenencia me maravillaba. Era mística porque ninguna teoría la rozaba. 

No hay comentarios:

Acrópolis

  Aún te creías capaz de realizar  un progreso importante. En tu infancia,  un lobo marino se acercaba  a tomar los peces  que ponías en la ...