domingo, 17 de diciembre de 2017

La energía no puede ser narrada

La energía, sin embargo, no es susceptible de ser narrada. Es como la música, o un cuadro que está ahí en su mismísima potencia de Ser, de proponer algo. Por eso debemos aprender a situarnos según las escalas energéticas que traza cada momento. Todo instante está atravesado por ciertas potencias. Las potencias que sumamos a ese concierto son las que determinan el impacto que el cuadro energético de cada instante tiene en nosotros.

Cada cuadro energético está a su vez enmarcado en cierta dinámica. Cada situación está a la espera de nuestro acoplamiento y es el verdadero conocimiento de la naturaleza de las cosas lo que determina un resultado u otro. Tener mayor conciencia es la luz que nos permite comprender que nuestro destino es individual en la medida que involucra un alma destinada a fusionarse con el prójimo, con lo otro. Con lo demás. Es decir, uno, como individualidad, como Ser, existe para fusionarse con lo otro y no hay mucho más. Entender cómo concretar un acoplamiento genuinamente sentido con el medio es el punto crucial. La palmera en la isla.

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