Pienso en lo díficil que es hablar
de los miedos y reacciones más puntuales,
y al mismo tiempo sencillamente fantasmales,
que nos asaltan, tal vez, aunque no lo sepamos,
en cada momento de nuestro estar junto
al pródigo fuego y la manada, en la fría noche,
mientras buscamos cierta alegría que provoque
lo que está al final y no se muestra
porque su revelación exige
mucha entrega, enorme trabajo.
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martes, 26 de diciembre de 2017
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