La historia, entre otras cosas,
fue así: todo régimen crea violencia
porque el espacio es uno y el asunto
es quién lo ocupa en el tiempo.
Y lo sabemos: toda rigidez
suscita revolucionarios igual
de estructurados que sus blancos.
Los padres violentos crean hijos
violentos, y entre unos y otros
se dan, se mancillan y se matan.
Es decir, se llega hasta la desaparición
física del opuesto porque se siente
y piensa en términos únicos. Son
las famosas ideas claras. Por eso,
mejor ese mundo de indefinición,
la inmensa escala de los grises.
Por ahí van las cosas.
lunes, 19 de septiembre de 2011
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