En lo alto:
un rascacielo de los treinta. Lo custodian unas boas inmensas con los colores del fuego.
Duermen en los árboles del parque. El fondo es violeta y tiene nubes. Atrás, en
la costa, se ve una ola infernal. Viene de un lugar lejano y propone barrer a
exitosos y a desamparados. Del pantano que persista, un nuevo mundo
surgirá.
Archivo del blog
martes, 5 de febrero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El examen
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Una vez levantado de la siesta, y luego de quedarme mirando el techo un buen rato, decidí que lo mejor sería terminar algunos dibujos que te...
-
Viajo junto a un hombre pequeño, de mirada afable, con un gesto de humanidad comprensivo con el prójimo. O al menos lo supongo cuando lo s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario