Inmiscuirse en las notas más simples
adoptar los tonos del prójimo
para entender los propios.
Mirar a los pájaros
y a los animales.
Salir de la coraza que exige
un destacamento de soldados
preparados para la defensa
de un ideario de otros
para dominar mejor
un bastión que ya no nos pertenece.
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viernes, 17 de octubre de 2014
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