Un pájaro en el medio del parque
evoca a un cuadro que alguna vez
vi en las inmediaciones de una playa
que reproducía las delicias de todas las
estaciones.
Se vanagloria uno de esos recuerdos,
los pasajeros, los que determinan una cofradía
de seres sin rostro; así estaban pintados
por el artista que de ese modo quería
significar la alienación de estos tiempos,
me explicaron.
¿Hay mucho que explicar en el arte?
Me pregunté yo por lo bajo
y nada de lo que intenté como respuesta
fue una contundente frase en favor de algo.
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