El pan de la mañana
que tomo para mí
es un hábito que debo valorar más en toda
su dimensión práctica y mística.
Y digo esto último, no en un sentido elevado, sino
en su acepción más simple.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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