Ella se alza espectacular como una
sandía consumiéndose por el frío
de hielos que la recubren en una olla
inmensa al borde de una pileta
situada en un lugar pletórico
de bananeros y árboles de café.
Esos días tus padres volvían a organizar los tés de invierno con la chimenea prendida. Supongo que para imitar a tus abuelos cuando hace t...
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