En el primoroso
lugar donde siempre estuviste
hoy no
estás. Tal vez por un error mío,
o no sé bien
por qué. En todo caso,
te
espero para remediarlo, por los siglos
de los
siglos, donde vos digas.
Ese día estábamos en la orilla del río a un costado de los silos, justo en la curva donde se ven unos juncos. En las cúpulas de chapa unas...
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