lunes, 18 de julio de 2016

El día es éste


Un lugar donde al fin uno puede
relajarse y no asumir ningún compromiso
con algún tipo de competencia que nos fuerce
a demostrar algo que no somos del todo pero que
quisiéramos ser porque otros nos lo han pedido.

Los pájaros de un modo extraño han crecido
y sus colores se han vuelto todavía más fantásticos.
El lago tiene también un tono excepcionalmente turquesa.

Y las palabras que uno puede decir son las mismas
que las que pronuncia el prójimo. Al fin no hay
diferencias destinadas a volvernos mejores
en algún sentido posible. No hay pertenencias
que justifiquen un lugar de seguridad
de confort o certeza que nos brinde
un punto de contacto con una ilusión.

Un cisne se ha largado.
Nada por el lago ahora.
 

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