Te levantaste en el tiempo
y había un
entusiasmo espléndido:
los mejores caballos se habían disparado
y nadie atinaba a
enlazarlos.
los mejores caballos se habían disparado
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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