Con los años ella, tan radiante
y sencilla,
perdió su valiosa y
fundamental belleza
según decían ciertos
aldeanos
que maliciosos la comparaban por la calle.
que maliciosos la comparaban por la calle.
Pero ella, ajena a esos
dichos,
con su recién adquirida
fealdad,
llevó adelante una
fervorosa entrega
que volvió incluso más
fuerte su alma.
Y lo hizo durante las noches frías y las cálidas,
voluptuosa, en su cama, y de algún modo
llegó a ser, de a poco, y ya sin esfuerzo,
Y lo hizo durante las noches frías y las cálidas,
voluptuosa, en su cama, y de algún modo
llegó a ser, de a poco, y ya sin esfuerzo,
más que su cuerpo, para
convertirse, cada vez que salía,
en algo tan amplio que
inundaba las encendidas calles
incluso allá, al final,
donde están las altas montañas.
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