Un árbol altísimo
que me fuerza a reflexionar,
que me fuerza a reflexionar,
una tarde de invierno,
en el medio de un bosque espeso,
solo, al fin, recluido, alejado
de los elementos que sostienen
un peso sobre mi cuerpo,
ahora apenas relajado,
que entiende al fin
que la pureza es un absurdo palpable
desde el plano místico,
desde el plano místico,
y por lo tanto ideal,
que debemos dejar de lado
para adentrarnos en un juego
que pondera cierta suavidad
en el áspero manto
de lo real.
de lo real.
Veo entonces
cierta paz
en el tiempo
mientras pasa.
en el tiempo
mientras pasa.
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