Vimos lo bochonorso y lleno de una pretendida delicadeza.
Quiso venir hacia nosotros
y nos corrimos de esos hierros.
Nos asomamos así a un cactus magnífico,
que se mantuvo en silencio, mirándonos fijo
hasta que dejó a la belleza y a la fealdad
en nosotros anidando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Centro de Buzíos
Centro de Búzios, noche fresca con viento. Estamos con mi familia sentados en una mesa de un restaurante moderno, delicado en su estética, c...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario