La senda que entrena la observación
de cada objeto llegado el momento
capta lo que se une a su presencia.
Y cuanto más se lentifica
más intensa se vuelve.
De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...
No hay comentarios:
Publicar un comentario