Un día de principios de marzo,
sin que podamos explicar bien por qué,
algo tuvo una impronta que nos dejó
acostados en un desierto oscuro
acostados en un desierto oscuro
donde vimos las estrellas junto a unos zorros azulados.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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