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jueves, 8 de marzo de 2018
En las puertas del valle
Nos limitamos a mirar hasta que las montañas
nos resultaron tan mudas
que tuvimos que emprender
un viaje hasta lo nevado.
En ese ascenso, los pájaros ya no estaban,
las nubes se movían y nuestros pies llegaron a un punto
en donde los pálpitos se volvieron capaces de latir
en los sufridos árboles que nos custodiaban.
Y en esos días, las palabras que tenía nuestra mente,
dejaron la oscuridad y las estrellas se las llevaron.
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