Llegar a los paisajes donde alcanzamos
ese punto donde no hay en nosotros
una idea o creencia capaz de fijar
un camino destinado a sostener
limitaciones y poderes que encarnan
un fabuloso cuento
que no tiene nada de sentido
en esa instancia última,
la más cercana, la que nosotros
estamos ahora, así, cerca de las rocas,
al calor del sol, dispuestos una vez más
a decir con la mirada lo mismo
que vemos en el mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario