El poder último y primordial no está detenido en nosotros,
ni en lo divino, sino en nuestra capacidad de convertir
el terreno en un elemento versátil capaz de permitirnos moldear
las dinámicas que transitan esos espacios a los que vivimos expuestos
por obra y gracia de un tiempo que nos admira pero no nos comprende,
porque la única comprensión está en un lugar lejano
al que debemos ir, una y otra vez, sin una palpable continuidad
y sin resultado definitivo.
lunes, 10 de septiembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué pasará
Amanece. Una noche plena de imágenes, sueños, reiteraciones de secuencias que se graban de una manera vertiginosa y que hablan y hablan. N...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario