Hay días en que intento y casi puedo
captar esos instantes donde la belleza trae
una luz capaz de dormirnos como a un recién nacido
en el incómodo vagón donde vamos,
al final de un día bochornoso,
ya no más expectantes por llegar a la estación cercana
a nuestra pequeña, querida y tirante casa.
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sábado, 20 de octubre de 2018
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