viernes, 19 de octubre de 2018
Mar abierto
En este valle dicen los hombres
que al principio y al final
hay algo que pasa de una lado a otro
y nos transforma en la medida exacta
de las posibilidades de cada quien.
Las potencias son ofrendas que nos dan los dioses
para que podamos llegar un poco más alto.
Pero muchos las usan para llenarse
con el peso de cosas
que requieren un cuidado esmerado
y son ataduras a un piso de piedras
por donde circula poca agua.
Irnos incluso de nuestros propios discursos
para encontrar la amplitud del cielo abierto,
ahí está la cosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La noche quieta
Te sentías mejor gracias al aire templado en la noche quieta. Esa tarde los grillos cantaban, los plumerillos apenas se movían y el ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario