Ahora la luz quiere volverse
puro destello rozando las formas
cada vez más precisas de los objetos
esparcidos en el histórico cuadro
que admiramos en un barrio
remoto de la gran ciudad.
¿Hay una voz que nos obliga a pensar
en cosas que alteran nuestro descanso?
¿O es la cualidad de estar
la que nos impide establecer
una conexión más cercana
con lo expectante que reposa
en la inmensa y compleja dulzura
siempre cercana
y en nosotros distante?
lunes, 17 de diciembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La noche quieta
Te sentías mejor gracias al aire templado en la noche quieta. Esa tarde los grillos cantaban, los plumerillos apenas se movían y el ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario