y son absolutamente bellas
y duran muy poco, porque lo poco
es la razón de su belleza.
Y porque la belleza es la razón
de tantos momentos ingratos,
vivencias que condicionan
una vida cimentada en los rastros
que dejó el dolor (cosa que verificamos por las noches).
Y sin embargo, eso bello y efímero no sabemos cómo
está porque apareció en algún momento, y desde entonces,
reaparece de pronto como un delfín que salta
y en el agua nos aguarda.
y en el agua nos aguarda.
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