Hay una luz
que se empecina en desaparecer
y después renace, y se comba, y late,
y sigue por un océano negro de toda noche,
expectante según sus códigos originales,
que se intentan fijar en nosotros,
que vamos descalzos para sentir una arena
que conserva la rasante calidez del último verano.
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miércoles, 1 de mayo de 2019
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