Hay una luz
que se empecina en desaparecer
y después renace, y se comba, y late,
y sigue por un océano negro de toda noche,
expectante según sus códigos originales,
que se intentan fijar en nosotros,
que vamos descalzos para sentir una arena
que conserva la rasante calidez del último verano.
Archivo del blog
miércoles, 1 de mayo de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Acrópolis
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario