Añoramos los días en donde la tranquilidad iba de la mano
de pequeñas hojas que se posaban en nosotros
para que descansásemos un poco más después
de una primera siesta hasta crearnos una presencia más suave
pero incapaz de vencer
el silencio más allá de los árboles.
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viernes, 10 de mayo de 2019
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