Un insecto camina por el blanco del piso.
Estoy fuera de la pileta todavía mojado.
Viene hacia mí. Lo muevo
y el insecto en su ardor vuelve.
Sin pensarlo, lo muevo de nuevo con la mano
y queda herido fatalmente.
Para que no siga sufriendo lo mato.
Para él, antes y después,
el hecho no puede tener una interpretación.
Para mí, como siempre,
es el inicio de un mar de opciones;
hablan de lo que conozco como destino.
Archivo del blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Acrópolis
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario