Una vez más de pie
ante la necesidad de neutralizar lo tenebroso
que los antiguos pintores del renacimiento
vieron como un infierno dispuesto
para devorar a los pérfidos pecadores.
Pero nosotros, sin ser pecadores,
también estamos al filo de la oscuridad,
de manera que lo negro, decimos,
es la consecuencia inevitable
de la luz que se nos acerca
en la medida que, desde nuestra mesa,
vemos a un hombre bailar,
suponemos para sobrellevar el tedio y el frío,
en un puesto de souvenirs en una feria
a pasos de esos frescos antiguos
que no han logrado convencernos
de la necesidad de observar ciertas reglas
para obtener cierto cielo, sino en la conveniencia
de apegarnos con ternura a la comprensión
de nuestros vaivenes
por una cuestión bella y práctica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Centro de Buzíos
Centro de Búzios, noche fresca con viento. Estamos con mi familia sentados en una mesa de un restaurante moderno, delicado en su estética, c...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario