Soñé que no me interesaban mis supuestas conquistas sino mis labores interiores que veía claramente en mi semblante, y me ubicaban en un castillo sobre la costa dotado de todas las condiciones útiles para que alguien prospere en él.
Y así salía a dar una vuelta por los campos desde una posición de encanto que me volvía proclive a esas bondades que atraen a los otros seres humanos.
sábado, 8 de febrero de 2020
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