sábado, 11 de abril de 2020

Soñé que ya no me importaba

Soñé que ya no me importaban las cosas
que siempre me importaron
y que era feliz con ser quien soy.

Las flores me parecían espectaculares
en cada lugar donde iba.
No necesitaba hacer nada en particular
para probar nada en especial.

De hecho, no precisaba sentir que era
lo que no soy capaz de ser.

Y así me pasaba los días y las noches
a la luz de una fogata, o a la luz del sol
con la mirada en el horizonte mientras
montones de patos, garzas, carpinchos, 
nutrias y yacarés, junto con loros muy grandes,
deambulaban en una estero donde pasé
unos días hace muchos años
con esta placidez que les cuento y ahora invoco. 

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